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Nefarious: La palabra del diablo

Nefarious: La palabra del diablo, ¿una experiencia distinta?

En un mundo donde el horror puede surgir tanto de lo sobrenatural como de lo más profundo de la condición humana, Nefarious se presenta como una sorpresa en su estilo.

En el vasto panorama del cine de miedo, donde las posesiones demoníacas son moneda corriente,  Nefarious: La palabra del diablo emerge como una propuesta que busca destacar y sorprender al  público. Dirigida por Chuck Konzelman, quien también participa en la elaboración del guion junto a  Cary Solomon, la película se sumerge en el intrigante mundo de las posesiones, ofreciendo una  experiencia que va más allá de los convencionalismos del género. 

Sinopsis

La trama se inicia con el suicidio del Dr. Alan Fisher, mentor del Dr. James Martin. Este último se  encuentra ante la tarea de evaluar el caso de Edward Wayne Brady, un condenado a muerte. La  premisa parece sencilla: determinar si Brady sufre de alguna enfermedad mental que justifique la  revisión de su pena. Sin embargo, la historia toma un giro inesperado cuando Brady afirma ser  poseído por un demonio llamado Nefarious. A medida que avanza el tiempo, la narrativa se  sumerge en un tenso juego de preguntas y respuestas, desafiando las creencias racionales del Dr.  Martin.

Nefarious: La palabra del diablo

La posesión demoníaca como enfermedad mental

Desde el inicio, la premisa promete un enfoque diferente a la categoría de miedo, apostando por  diálogos incisivos y momentos de alta tensión. El escenario claustrofóbico de la penitenciaría  contribuye a la atmósfera de suspense mientras el espectador, al igual que el Dr. Martin, se debate  entre la creencia en la posesión demoníaca y la posibilidad de un astuto asesino. Las actuaciones,  lideradas por Sean Patrick Flanery como Edward (Nefarious) y Jordan Belfi como el Dr. Martin,  destacan por su solidez, generando dudas y manteniendo el ritmo de la trama. 

A medida que la historia avanza, se revela una interesante apuesta por construir el horror a través  de diálogos y revelaciones escalofriantes, más que depender de recursos tradicionales como  jumpscares o efectos visuales impactantes. Aquí, el metraje busca seducir al Dr. Martin hacia el  lado oscuro, explorando la posibilidad de que el verdadero horror reside en la naturaleza humana  más que en el infierno mismo. El ateísmo del Dr. Martin agrega un matiz fascinante a la narrativa,  mientras temas como la diversidad racial, los discursos de odio y la desigualdad se entrelazan en  los diálogos entre Edward y el Dr. Martin. 

Nefarious: La palabra del diablo

Lo bueno y lo malo de Nefarious

Nefarious: La palabra del diablo pudo haber sido una película sobresaliente pero se ve afectada por  momentos repetitivos y extraños. El guion, que prometía originalidad, termina tomando un rumbo  que algunos podrían considerar como un acercamiento a un panfleto religioso y de buenas  costumbres. Aunque no hay nada inherentemente malo en esta dirección, la ejecución deja  entrever oportunidades desperdiciadas y cierta pérdida de la efectividad inicial. 

Aunque se distancia de lo esperado al no depender exclusivamente de efectos especiales,  presenta una autenticidad y naturalidad en su enfoque. A través de la comunicación y la  presentación de los personajes, aquí se reflexiona sobre cuestiones teológicas y morales, llevando  al espectador a una profunda meditación sobre la naturaleza del bien y el mal en el ser humano. 

En cuanto a las actuaciones, Sean Patrick Flanery y Jordan Belfi logran una dupla intrigante,  elevando el nivel a pesar de la complejidad del guion. La conversación entre ambos personajes se  convierte en el motor que impulsa la trama hacia confrontaciones ideológicas y revelaciones  impactantes.

Nefarious: La palabra del diablo

Conclusión

Nefarious: La palabra del diablo es una propuesta cinematográfica que, si bien no  alcanza el estatus de clásico, se destaca por su enfoque atípico en el género de posesiones  demoníacas y terror psicológico. Aunque enfrenta obstáculos en su desarrollo, ofrece momentos  de autenticidad y mensajes reflexivos que invitan a la audiencia a cuestionar las nociones  preestablecidas sobre el bien y el mal. En un mundo donde el horror puede surgir tanto de lo  sobrenatural como de lo más profundo de la condición humana, Nefarious se presenta como una  sorpresa en su estilo, desafiando expectativas y generando una experiencia cinematográfica  intrigante. 

Clasificación: 4 vidas y media de 7

Nefarious: La palabra del diablo

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