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Por Bernardo y Astoreth
Hola qué tal, comunidad gatuna, hoy les traemos Hellboy, quien en esta ocasión se enfrenta a la reina de las brujas Nimue, en los cómics es mejor conocida como Queen Blood; al mismo tiempo que quiere descubrir su origen y cuál es su propósito. Muchos crecimos con las cintas de Guillermo del Toro, aquí vemos a un personaje totalmente distinto, así que les recomiendo ir con la mente abierta y sin la nostalgia por las películas pasadas, sé que es difícil, pero es lo más conveniente para no caer en comparaciones absurdas y que a estas alturas no harán regresar a Del Toro.
La primera aparición de Hellboy en los cómics fue en San Diego Comic Con Comics #2 en 1993. Si bien muchos ya conocemos al personaje, el filme se toma un pequeño momento para contarte un poco de su historia, también se enfocan en dos personajes secundarios, que aparecen también en los comics, así como la antagonista.
El carisma de David Harbour encaja en el papel de manera perfecta, logrando convencer con su actuación, pero no con su caracterización, a leguas se notaba la falsedad y esto fue un gran fallo. Vemos también la dura relación que lleva con su padre adoptivo, que a pesar de que no desarrollan bien esa parte de la historia, se da a entender que son polos opuestos. Junto a nuestro querido demonio rojo tenemos a Alice, ella fue salvada por Hellboy en el pasado haciendo que se sienta en deuda con él, y a Daimio, un miembro militar de la Oficina de Investigación y Defensa Paranormal. Al igual que con el protagonista, se toman su tiempo para explicarnos al menos de donde vienen.
La antagonista es la reina Nimue, te dicen su origen, pero no logra tener un buen desarrollo, quedando como una pésima villana, apareciendo en pocas ocasiones en la cinta, esto no hace que la trama se sienta tediosa, más bien solo la hace pasar sin pena ni gloria. Tiene escenas de gore con unos efectos convincentes a medias, pero aun así te sorprenden.
No es la mejor cinta en su género, pero logra que te pases un gran momento de entretenimiento. Los chistes no sentí que quedaran fuera de lugar y con todos me divertí, incluso los que rayan en la bobería. La banda sonora fueron canciones clásicas y a algunas se les hizo un remix que combinó con la escena en cuestión.
A esta película le doy 6 de mis 7 vidas y quédense en las escenas poscréditos, porque Hellboy nos tiene una grata sorpresa preparada.
