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Comenzar de cero es un proceso difícil, más cuando te mudas de un continente a otro. Esto es lo que vive Selma en Tardes en el diván, quien decidió irse a vivir con sus tíos en Túnez, tras varios años estudiando en Francia. Una vez instalada en dicho país, busca la forma de abrir su negocio y dar terapia de psicoanálisis, aunque para ello se encontrará con muchos obstáculos, como cuando le llegan a pedir una certificación que no tiene.
Una divertida comedia
Tardes en el diván es una entretenida y sencilla película que presenta los grandes problemas de un país con creencias arraigadas. Desde el machismo, pasando por el desentendimiento de las enfermedades mentales, hasta los interminables trámites solicitados en las estancias de salud (como en nuestro país).
Y la historia no solo se centra en Selma, sino también en su familia. Como el caso de su prima, quien busca irse a Francia, o su tío, que siempre busca como darle lo mejor a su familia. La protagonista se esfuerza en que cambien su forma de pensar, pero pronto llega a aprender que no se puede por más que desee.
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Por otra parte, tenemos a sus pacientes. A través de ellos la cinta demuestra lo necesario e importante que es ir a terapia. Todo esto contado de forma cómica pero sin dejar de tomárselo en serio, con buenas actuaciones que harán pasar un rato agradable en familia.
Tardes en el diván no es una gran y extraordinaria historia, pero logra manejar los problemas mentales con un tono de comedia, mientras coloca al espectador en los zapatos de Selma durante su travesía por ejercer su profesión. Es una película que no te puedes perder en cines, disponible desde el pasado 30 de septiembre. Dale una oportunidad, Shang-chi seguirá en las salas, te lo aseguro.
Calificación: 5 de 7 vidas. No te la pierdas en Cinépolis o Cinemania.
