Super Mario Bros.: Una película con un mar de referencias

La primera aparición de Mario fue en 1981 en el juego de arcade Donkey Kong, aunque en ese entonces no era un fontanero, sino un carpintero llamado Jumpman. Estoy seguro que en aquellos años sus desarrolladores no tenían ni idea de la popularidad que iba a crecer tiempo después con este personaje. En 1993 llega a los cines Super Mario Bros., una película que no fue del agrado de sus fans y que apenas recaudó 48 millones de dólares de su presupuesto de 20 MDD. Veinte años después, y con la ayuda de la productora Illumination, Nintendo se vuelve a arriesgar con otra adaptación ahora en formato 3D, ¿cumplirá con las expectativas de los fanáticos?

Sinopsis

Mientras trabajan bajo tierra para reparar una tubería, los plomeros de Brooklyn Mario y su hermano Luigi son transportados por una tubería misteriosa y vagan por un mundo nuevo y mágico. Pero después de separarse, Mario se embarcará en una épica aventura para encontrar a Luigi. Con la ayuda de Toad, un habitante del Reino Champiñón y algo de entrenamiento de la gobernante del Reino Champiñón, la Princesa Peach, Mario logrará liberar su propio poder.

Un camino del héroe infantil

Super Mario Bros. funciona como una buena introducción para aquellos que no conocen a estos personajes y quieran saber más de ellos. Mientras que a los fans de hueso colorado les entrega un mar de referencias no solo del universo de Mario, sino también de otros juegos de Nintendo como lo es Donkey Kong. Además, dichas referencias no solo se dan de forma visual, sino también a través de su banda sonora, que se compone de versiones remix del soundtrack de los juegos y de canciones ochenteras como Take on Me de A-Ha. 

Es en su guion, sin embargo, dónde la película encuentra un desequilibrio, esto debido a que comienza de forma muy apresurada, y en lugar de darse su tiempo para presentar a sus personajes, parece que el escritor quiere que los conozcas en menos de 10 minutos. Mientras avanza la trama, la narrativa se relaja poco a poco y se logra sostener de forma impecable con buenos chistes y diálogos por parte de su elenco, al mismo tiempo que nos demuestra que, antes que sus fanáticos de antaño, la cinta tiene como público objetivo a niños de entre 5 y 8 años. Prueba de ello es que lo que comienza como un viaje para encontrar a Luigi poco a poco se convierte en un camino del héroe por parte de nuestro fontanero favorito. 

En el desarrollo de los personajes principales, todos logran destacar a su estilo, en especial la Princesa Peach, quien sale de la zona de confort de ser la princesa en apuros que se vio en los primeros juegos a ser una aliada importante para Mario. Por otra parte, tenemos a Toad, quien no solo llega a ser el alivio cómico, sino también a ser personaje muy valiente que acompañará a Mario y Peach en su viaje. En el caso de su villano, Bowser brilla por su carácter y sus intenciones a lo largo de la trama, además de que también nos entrega momentos  graciosos. Luigi tampoco se queda atrás, ya que lo conocemos como alguien miedoso, quien es protegido por su hermano, pero ya para el acto final logra enfrentar dichos miedos y sorprender al espectador. 

También es importante reconocer al elenco de doblaje que conforma la cinta dentro de los que encontramos a: Raúl Anaya (Mario), Roberto Salguero (Luigi), Ale Pilar (Peach), Miguel Ángel Ruiz (Toad), Mark Pokora (Donkey Kong) y Héctor Estrada (Bowser).

En conclusión, Super Mario Bros. es una propuesta demasiado palomera que estoy seguro logrará entretener a sus fans y no tan fans del famoso fontanero, aunque hay que reconocer que no encontraremos una historia tan profunda como lo fue El gato con botas 2: el último deseo. Igual hay que reconocer que su trama no es tan simplona como Minions 2. 

Calificación: 5 de 7 vidas. Disponible en Cinépolis y Cinemex.