Gloria Bell: el amor visto de otra forma.

Todos hemos tocado fondo al menos una vez en la vida y lo demostramos de maneras distintas; Gloria Bell lo refleja al dejar de hacer algo que le apasiona y la relaja de su cotidianidad.

Remake de la cinta chilena del 2013, co-escrito y dirigido por Sebastián Lelio de nuevo; retrata la vida de una mujer divorciada, estelarizada por Julianne Moore, que se la pasa entre el trabajo y su gran pasión que es bailar, hasta que conoce a Arnold (John Turturro) un hombre con quién inicia un romance, pero este lleva menos tiempo divorciado. Su inexperiencia en la soltería conduce al límite a nuestra protagonista. Moore hace un excelente papel de Gloria, que ante todo desea ser un espíritu libre y aún más cuando se enamora; pero cae en drogas y alcoholismo, debido a la acumulación de problemas reales y creados por su mente; por no olvidar la inseguridad que tiene en la relación y los problemas de su pareja que terminan finalmente por afectarla. Por otra parte, Arnold representa el miedo que algunas veces tenemos de iniciar algo desde cero; ya sea temor al rechazo o a las críticas familiares.

Las tomas son sencillas y retratan principalmente la vida de nuestra protagonista; con algún chiste ligero dentro del guión, en combinación a grandes temas que van desde Let’s Groove de Earth, Wind & Fire que es de mis favoritas, hasta Gloria de Laura Branigan; pero no todo es bueno en esta película.

La narrativa es lenta en la mayor parte de la trama, con otros diálogos fuera de lugar y hasta innecesarios, conversaciones que te hacen preguntar si en serio de eso hablan los adultos a esa edad.

Aún con esos detalles, Gloria Bell es una cinta que no pretende ser una joya, con buenas actuaciones después de todo. Yo le doy 5 de mis 7 vidas, y no se la pierdan este 21 de junio, exclusiva de Cinéplis, es entretenida.