En la opinión de un servidor, actualmente existen tres tipos de cintas: las que tienen el objetivo de ser tomadas en serio, cuya historia es demasiado profunda y provoca que debas verla más de una vez para entenderla, tal es el caso de The Irishman. El segundo tipo de cintas, es la que tiene cuyo objetivo entretener al público al que va dirigido, como es el caso de Avengers Endgame, o Dolittle; el tercer tipo de películas es una mezcla de ambas: se tienen que tomar en serio, pero a su vez entretienen al espectador, pero esa será historia para otra nota.
¿El regreso del Doctor?
Un veterinario que habla con los animales, esa idea fue innovadora en los años 20, época en la que salieron las novelas de Hugh Lofting; cuya primera adaptación a los cines se dio en 1967, pero que fue un fracaso total. No fue sino hasta 1998 que vimos un giro interesante en el personaje, con Eddie Murphy como protagonista, y aunque nada tenía que ver con el libro, estoy seguro que a muchos nos encantaron sus aventuras.
Regresando a su origen literario, vemos a un John Dolittle, ahora protagonizado por Robert Downey Jr., encerrado en su santuario luego de que una tragedia le quitó a la mujer que amaba. Un hecho inesperado hará que salga del retiro para emprender un viaje y finalizar la investigación que empezó su esposa.
De Iron Man a Dolittle.
No profundizare si esta película es innecesaria o no, porque ya mencioné que su objetivo es entretener; y si fuera así, el cine en general es innecesario, debido a que no necesitamos de éste para seguir viviendo, como la comida o el agua. Pero sí les diré que Robert le da a su personaje un carácter exagerado y alocado de alguien que ha vivido años como ermitaño, y es lo que necesitaba el actor: salir de su zona de confort, porque si no parece que es Tony Stark, parece que es Sherlock Holmes.
Su habilidad para hablar con los animales lo vemos no sólo con el hecho de decirle hola al gorila, sino de hacer los mismos ruidos que el primate hace, por ejemplo, cosa que es interesante sobre todo para los más pequeños de la casa; además de que nos da dos lecciones importantes.
El miedo.
Chee-Chee, el simpático gorila, se roba las escenas, no solo por su carácter miedoso, sino porque en el proceso aprende a superar este rasgo y a que está bien tener miedo, que pase lo que pase, es normal ante los obstáculos que se nos presenten; para finalmente lograr cualquier objetivo que nos propongamos.
La amistad.
Mi personaje favorito en toda la cinta fue Yoshi, un oso polar que siempre tiene frío, y junto con Plimpton, un avestruz, nos enseñan el gran valor de la amistad, y como diría Barney Stinson: Cualquier cosa que hagas en la vida, no llega a ser legendaria, si no están tus amigos para verlo.
También me gusta Yoshi por el carisma que le pone John Cena, quien no sólo se nota que le falta mucho por mejorar en su carrera actoral, sino también en el doblaje, pero es un buen comienzo.
El villano.
Esta película tiene un detalle ligeramente importante en su contra, pero que no la afecta mucho, y es que es una historia demasiado sencilla, con un antagonista poco convincente, pero que resulta igual de divertido que el protagonista. Si bien, las intenciones de Müdfly no son las del villano del año, te diviertes con todas las cosas que le suceden.
Hay otro villano, que es interpretado por Antonio Banderas, y del cual sólo diré que me gustó su poca participación en pantalla, no me adentrare más, porque podría spoilearlos.
Finalizo esta nota dándole 6 de mis 7 vidas e invitándolos a darme tu opinión si llegas a ver la cinta doblada al español, si cubrió tus expectativas o no. Y recuerden no tomarse en serio esta cinta, porque es puro entretenimiento y vaya que lo logra.