Todos conocemos la historia de cómo Kal-El llegó a la tierra, se crió en una granja, creció y se volvió un superhéroe, se podría decir que de los mejores, y no olvidemos que su historia en los cómics ya sobrepasó los 1000 números, pero ¿qué pasaría si en vez de sobreponerse a las adversidades, decide aniquilar al mundo?
Pues de esto nos lleva la cinta, centrándose en Brandon, quien llegó a la granja de los Breyer del espacio, es criado por ellos, hasta que poco a poco descubre que tiene poderes y la nave que lo trajo lo llama, para matar a la humanidad; nos demuestra cómo empieza a volverse alguien que no tiene piedad ni de sus propios padres. Aclaremos que esta película convence, dado que es un concepto llevado a otro nivel, pero carece de ciertos puntos que a continuación explicaré. El primero es el ritmo de la trama; si bien recuerdan al inicio mencioné el hecho de que ya conocemos esta historia, se nota que los escritores tenían eso en mente, por que la primera parte de ésta, transcurre de manera rápida, lo que conecta con mi siguiente punto: al desarrollo de personajes le falta empatía, aún cuando se enfocaron en Brandon, la parte del niño que quiere mucho a sus padres, que es un genio en la escuela, no logran que simpatice con el público, mientras que la faceta del niño que, no sólo descubre sus poderes, sino que también empieza a matar a diestra y siniestra, y sí logran conectarlo con el espectador de una manera excelente.
El suspenso está a flor de piel, saben en qué momento tenerte al borde del asiento, compensando la poca duración. Los efectos especiales son únicos, los recursos del vestuario son sencillos, cómo es la máscara de Brandon, en una sola escena se pierde el realismo por la baja calidad del CGI. Brightburn es una cinta con un buen concepto, que a pesar de llegar un poco tarde para esta época y a su bajo presupuesto, logrará sobresalir este año, además de que pinta bien para una secuela, por eso le doy 5 de mis 7 vidas.
Por Bernardo.