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Para aquellos entendidos de la ornitología, con solo ver el título ya sabrán de qué va esta película, pero para aquellos que no lo son, osea la mayoria, entre los que me encuentro yo mismo, el cuckoo o cuco es una especie de ave cuya mayor peculiaridad es que practican el parasitismo de puesta, es decir que colocan sus propios huevos en los nidos de otras especies para que estos sean los encargados de cuidarlos.
Con esta introducción, podemos imaginar por dónde van los tiros de esta película. La protagonista es Gretchen (Schafer), una adolecente que se ve obligada a mudarse de casa a Los Alpes Bávaros junto con su padre, su madrastra y su pequeña hermanastra. Allí son recibidos por Herr König (Dan Stevens), el propietario de un complejo turístico y nuevo jefe de su padre. Las cosas no tardan en ponerse extrañas y Gretchen tendrá que enfrentarse a los horrores que oculta dicho complejo turístico alemán.
Una película que descansa sobre los hombros de su reparto
Cuckoo cuenta con una buena premisa que ofrece muchas posibilidades, pero lamentablemente éste parece un guión precipitado al que le hicieron falta varios tratamientos. La verosimilitud está sujeta con las uñas, hay poca claridad y se insertan varios alivios cómicos que la película no necesita y no llega a ser lo suficientemente densa en contenido, ni aterradora, ni dramática.
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Por fortuna, el reparto de Cuckoo demuestra que estuvo comprometido con su trabajo, específicamente Hunter Schafer, Jan Bluthardt y Dan Stevens, quienes ofrecen interpretaciones más grandes que sus personajes, actuaciones que sostienen por completo la trama de la película y mantienen al espectador al pendiente de lo que sucede con ellos.
Buen diseño de producción
También hay que destacar el trabajo de la producción de arte, que encontró atmósferas muy adecuadas, locaciones y sets que favorecen a una película de este género. Los ambientes son solitarios, hostiles, misteriosos, abiertos y cerrados, dependiendo de lo que requiere la dirección, que también se nota hace un buen esfuerzo por nutrir la escasa narrativa escrita con narrativa visual a través de una dirección de cámaras por lo menos propositiva.
En definitiva, Cuckoo no es la mejor película de terror del año, pero se encuentra un poco arriba de la media en este género tan explotado y por lo menos ofrece una propuesta de actores interesante, por lo que puede ser disfrutable en pantalla grande. Cuckoo estrena esta semana en cines comerciales, encuéntrala a partir del 15 de agosto en Cinemex y Cinépolis. Calificación: 4 de 7 vidas.
