Wish: El Poder de los Deseos se erige como la más reciente propuesta de Disney, creada para conmemorar los 100 años del estudio. La película, dirigida por Chris Buck y Fawn Veerasunthorn, nos sumerge en un viaje nostálgico a través de Rosas, un reino mágico inspirado en la diversidad cultural de la Península Ibérica. Aunque la animación deslumbra con su textura y riqueza visual, es innegable que la película enfrenta un desafío en la coherencia estilística, optando por un collage de estilos que, aunque encantadores, a veces parecen desvinculados.
¿Las referencias de verdad son un buen homenaje?
Desde el punto de vista narrativo, Wish cumple su papel como homenaje a Disney, pero no logra desmarcarse de las convenciones del género de princesas. La trama sigue fórmulas familiares, y aunque la premisa de los deseos y la inclusión de una estrella sensible llamada “Estrella” aportan originalidad, la película a veces parece atrapada en la repetición de historias conocidas en lugar de explorar terrenos más arriesgados. Esta dualidad entre la originalidad y la familiaridad podría haberse abordado de manera más equilibrada para ofrecer una experiencia más impactante.
Uno de los mayores problemas es que depende en gran medida de guiños y referencias a lo largo de toda la película. Aunque estos elementos pueden resultar gratificantes para los fanáticos más acérrimos, la película parece a veces más centrada en ser un catálogo visual del siglo de historia de Disney que en construir una narrativa emocionante por derecho propio. Esta elección podría haber dejado espacio para un enfoque más valiente y original en la construcción de la historia.
Aspectos positivos que se quedaron en el intento
En el aspecto positivo, los personajes secundarios, especialmente Estrella y Valentino, añaden frescura y humor a la trama. Estrella, en particular, se destaca como un personaje adorable y entrañable, contribuyendo a momentos cómicos y emocionales. Sin embargo, la película oscila entre la comedia y la exploración de temas más profundos, como deseos y codicia, lo que a veces genera una sensación de falta de coherencia en la narrativa.
El villano, el rey Magnífico, a pesar de su imponencia, sigue el esquema genérico de los antagonistas de Disney. A pesar de romper con la tendencia reciente de evitar villanos irredimibles, su motivación y desarrollo carecen de la profundidad que podría haber elevado su personaje a nuevas alturas. La previsibilidad en su papel desaprovecha la oportunidad de un desarrollo más rico y complejo que podría haber enriquecido la trama de manera significativa, haciendo que su propósito decaiga muchas veces en el argumento.
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¿Banda sonora impresionante?
Visualmente impresionante y respaldada por canciones originales ingeniosas, Wish ofrece momentos encantadores y destellos de brillantez. La banda sonora, compuesta por Julia Michaels y Benjamin Rice, agrega un toque pop y pegajoso, solo que la recepción puede depender del gusto personal del espectador. Sin embargo, la película logra momentos conmovedores, como el tema This Wish, interpretado por Ariana DeBose, no alcanza la poesía atemporal de las canciones clásicas de Disney.
Conclusión
Wish: El Poder de los Deseos se presenta como una opción para los amantes de Disney que buscan sumergirse en una experiencia nostálgica. No obstante, queda la sensación de que no logra ser el gran homenaje que se esperaba para celebrar los 100 años del estudio. La falta de audacia narrativa y la negativa a explorar nuevos caminos dejan la película en terreno seguro y predecible. Es un recordatorio de la rica historia de Disney, pero también una llamada de atención para que el estudio siga innovando y explorando en sus futuras producciones.
Wish deja una marca, pero queda la esperanza de que futuras celebraciones del legado de Disney se aventuren más allá de la fórmula conocida, manteniendo viva la magia que ha definido al estudio durante un siglo.
Calificación: 4 de 7 vidas. Disponible en Cinépolis y Cinemex.