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Por Alan Vidal.
Carmen, dirigida por Benjamin Millepied, es una adaptación contemporánea de la famosa ópera de Georges Bizet. La película nos sumerge en un mundo de pasión, amor y tragedia a través de una historia cautivadora y una coreografía impresionante.
La trama sigue los eventos de la ópera original, pero Millepied le da un giro moderno y fresco. Carmen, interpretada brillantemente por una carismática y talentosa bailarina, se convierte en una figura rebelde y seductora que desafía las normas establecidas. La historia se desarrolla en un entorno urbano contemporáneo, lleno de violencia y pasiones desenfrenadas.
Uno de los puntos fuertes de la película es la coreografía. Millepied logra crear secuencias de baile emocionantes y poderosas que transmiten la intensidad de los sentimientos de los personajes. Cada movimiento es preciso y lleno de energía, capturando la esencia del flamenco y fusionándose con elementos contemporáneos. La combinación de la música, la danza y la cinematografía crea momentos visuales interesantes en donde se llega a representar ciertos sentimientos que están pasando pero hay momentos en los que el baile hace que pierdas el hilo de la historia, en donde puede que estamos en una carretera y de la nada llegamos a un parque de diversión sin ningún motivo.
Las actuaciones de los personajes principales se ven opacados con la de los bailarines, ya que hacen un trabajo de manera tan maravillosa al ejemplificar las emociones que acompañan la escena y hacer que éstos tengan que demostrar sus emociones de otra manera. Por ende, quedan relegados a segundo plano.
Sin embargo, la película también presenta algunos aspectos que podrían considerarse críticos. Aunque la adaptación moderna aporta frescura, en ocasiones se puede perder parte de la esencia y la atmósfera del clásico original. Algunos puristas pueden considerar que se han perdido ciertos elementos clave de la ópera, como la música y los coros, que son reemplazados por una partitura más contemporánea.
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Además, el ritmo de la película puede resultar irregular en algunos momentos. Aunque las secuencias de baile son impactantes, hay momentos en los que la trama parece estancarse y la narrativa se vuelve confusa. Esto puede dificultar la inmersión completa en la historia y distraer al espectador de la experiencia general.
En resumen, Carmen dirigida por Benjamin Millepied es una adaptación audaz y contemporánea de la famosa ópera. Con una coreografía impresionante y actuaciones destacables, la película captura la pasión y la intensidad de la historia original. Aunque tiene algunos aspectos críticos, en general, ofrece una experiencia visual y emocionalmente impactante para aquellos que disfrutan de la danza y las historias de amor trágicas.
Calificación: 5 de 7 vidas. Disponible en Cinépolis y Cinemex.
