Han pasado más de 20 años desde que conocimos a Peter Venkman, Ray Stantz, Egon Spengler y Winston Zeddemore en los Cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984). Tras una secuela en 1989, una serie de televisión de 140 capítulos entre 1986 y 1991 y un reboot protagonizado por mujeres en 2016, tenemos una nueva entrega de Ghostbusters que lleva por título El legado. En esta cinta conoceremos a Callie (Carrie Coon), una madre soltera quien, junto con sus hijos, Phoebe (Mckenna Grace) y Trevor (Finn Wolfhard) se mudan a una pequeña ciudad donde descubren su conexión con Los Cazafantasmas.
Una película divertida a medias
Ghostbusters: El legado cuenta con un elenco divertido que nos da algunos momentos de comedia involuntaria, con chistes científicos que son fáciles de entender. Aunado a ello, nos encontramos con referencias a los clásicos ochenteros que nos trajo Ivan Reitman a finales de los 80s y momentos de fanservice que lograran satisfacer a los fans de hueso colorado, lo cuál nos demuestra que la nostalgia vende. Y si desconoces la historia de los Cazafantasmas, no te preocupes, ya que la película te explica un poco lo básico de quienes son, aunque te recomendaría ver las primeras entregas.
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Pero no todo es divertido en esta cinta, ya que tiene un guion deficiente, y lo vemos en su no tan buena presentación de personajes, que inclusive se llega a dar apresurada. La situación se complica cuando llegamos al clímax de la película. Se desperdicia tiempo cuando la trama principal se desvía, convirtiéndose en algo tedioso hasta llegar a su conflicto final donde vuelve a ubicarse.
Sus momentos cómicos generalmente son de parte de Phoebe y el Sr. Grooberson, maestro de ciencias de la misma. Pero el resto del elenco carece de personalidad, no dejando de ser más que los personajes secundarios y solo destacan cuando su protagonista se encuentra con ellos.
En conclusión, Ghostbusters: El legado es una divertida cinta que sobresale a pesar de sus errores, pero que no logra ser digna de sus antecesoras, aunque intenta llegar a la altura de estas. Es más que evidente que el guión no es bueno, sin embargo, a comparación del reboot de 2016 de Paul Feig, llega a ser mejor. Un interesante intento de replicar un poco el argumento de la primera película, pero para saber a qué me refiero, tendrás que verla en tu cine favorito a partir de este 18 de noviembre. Y no te pierdas las escenas post-créditos.
Calificación: 4 de 7 vidas. No te la pierdas en Cinépolis o Cinemex.