Por Astoreth.
En 1994, se estrenó una de las cintas animadas que marcaron a más de una generación: El Rey León. Sobra decir de que trata, porque estoy seguro que la mayoría de nuestros lectores ya la conocen e incluso que es la versión “light” de Hamlet; pero para los que no la vieron hace años y este tema les resulta nuevo, la trama se centra en Simba, quien es acusado injustamente del asesinato de su padre, Mufasa, como consecuencia, tiene que huir del lugar que llama hogar. En su viaje encuentra a Timón y Pumba, dos sujetos despreocupados, que viven el día a día sin responsabilidades o preocupaciones, y cambia su estilo de vida. Un reencuentro con su pasado lo obliga a regresar y reclamar el trono que le pertenece.
A más de 20 años de su estreno, el director John Favreau (Iron Man, 2008) nos trae la misma historia pero en otro formato de animación, con un gran reparto y buenos efectos especiales.
Hakuna Matata
Esta cinta viene con un sinfín de momentos que a nuestra generación, los millenial, nos causará nostalgia. Con un reparto único: desde Donald Glover, Beyonce, hasta el regreso James Earl Jones (Darth Vader en la trilogía original de Star Wars) como la voz de Mufasa. La narrativa va de manera constante, con una combinación de canciones con arreglos olvidables, contrario a Aladdin en donde las canciones se volvieron fabulosas, aquí incluso “Hakuna Matata” se volvió simple; lo que también podría ilustrar a la perfección: los músicos dijeron “Hakuna Matata” y nos entregaron estas canciones tan sosas.
Los efectos especiales son buenos al mostrarnos paisajes hermosos y distintos a la cinta de 1994, que te harán sentir que estas ahí, con un excelente sonido envolvente que sólo las pantallas IMAX tienen.
¿Otra vez lo mismo?
Es una versión actualizada, solo en la animación, del clásico que vimos años atrás, porque la historia es exactamente la misma. Las canciones son idénticas. Estamos en un momento donde hay que admitir que las cintas live action o CGI que nos trae Disney ya no van dirigido a nosotros que vimos la versión original; sino a los niños que poco o hasta nada saben de estas historias, tal vez por eso para nosotros fue decepcionante ver cada detalle calcado en esta entrega.
Por no olvidar que Scar falla como villano, y esto es por los efectos. Al no mostrar demasiados rasgos faciales se deja el peso en un 90% a la voz, que falla al querer imponer miedo en el espectador, cosa que en la película de 1994 se logra al 100.
Conclusión
El Rey león es una cinta que los niños amarán, cantarán y hasta lloraran con esas escenas que en cambio a nosotros nos provocará nostalgia y probablemente un sabor amargo al ser la misma historia que su contraparte del 94, pero que no deja de ser una buena película. No se la pierdan en su cine favorito este 19 de julio, mientras le doy 5 de mis 7 vidas.