Thelma: una abuela en acción. Cine explosivo con abuelitos 
Guasón: Folie À Deux. ¿Una secuela a la altura? 
Por Franx Lopez
Juan José Campanella, el director famoso por El Secreto de sus ojos, nos entrega una divertida comedia de humor negro, con toques de suspenso e intriga.
El secreto de las comadrejas es un remake de la cinta de 1976 “Los muchachos de antes no usaban arsénico”, actualizada para un público moderno.
Con pocos personajes, la cinta se apoya principalmente en el trabajo actoral. Las relaciones entre los protagonistas tienen varios matices que van de la amistad, la solidaridad, el rencor y el resentimiento; las cuales vamos viendo aparecer como capas mientras transcurre la cinta y se va apretando el nudo de la trama.
Una vida aparentemente idílica en el campo oculta varios secretos que se ve revelando a partir de una inesperada visita que interrumpe un cotidianidad monótona.
Los juegos de palabras son el principal encanto de la película, pues los antagonistas se enfrascan en un duelo de ingenio que hace las delicias del espectador por las referencias y paralelismos que maneja con un guion cinematográfico clásico.
Una cinta dentro de una cinta, que parece ser consciente de si misma. Hay algunos giros en la trama, pero en realidad ninguno es especialmente sorprendente, los diálogos los van anunciando con bastante anticipación, por lo cual el final no tiene el efecto que debería.
No es una historia que haga pensar demasiado al público, pero la constante lluvia de sarcasmo hace que sea muy disfrutable.
Calificación: 8.5/10 o lo que es lo equivalente a 5.5 de 7 vidas.
