Es una película que me sorprendió en el buen sentido. Estamos muy mal acostumbrados a que nos den las cosas, como dirían “peladitas y en la boca”. Esta cinta viene a romper esta tradición con simbolismos bien logrados, con mezclas entre creencias y conspiraciones que no necesitan romper la cuarta pared para hacerte sentir observado, vigilado y manipulado.
La historia comienza con un extraño pueblo en donde se está llevando a cabo una masacre de mascotas. Ahí conocemos a Sam, un treintañero sin rumbo que pasa sus días entre videojuegos, espiando a sus vecinas y con revistas porno. Pero un buen día, mientras espiaba la piscina de los apartamentos se encuentra con Sarah, una mujer misteriosa que nunca había visto en los condominios. Su forma desinhibida llama su atención, pasando un día completo con ella. Cuando desaparece, Sam hará lo que sea por encontrarla.
Caminos enredados
Dentro de toda la travesía en la que se encamina nuestro protagonista, podemos ver un tributo a la forma de filmar de Hitchcock, tanto en narrativa como en encuadres.
Hay muchos cabos que quedan sueltos al intentar cruzar tantos secretos. Algunos quedan inconclusos, o de plano los presentan una sola vez en la trama y no le dan continuidad.
Otra interpretación.
Esta película se toma muchas libertades con los simbolismos y los caminos del actor a tal grado que no sólo se puede ver como una historia de misterio literal, un ejemplo: una chica sacada de sus fantasías con la que tiene interacción, y cuando inicia su viaje a través de las calles de Silver Lake, interrogando gente, esta fémina deja de tener participación en la película. Dando a entender al espectador que este viaje también es una travesía muy extraña de descubrimiento personal, donde el personaje se topa con situaciones “imaginarias” que lo empujan a crecer y dejar de dormirse en sus laureles.
Si bien el final no marca que el personaje maduró, al menos vemos que él ya sabe lo que no quiere, y desea vivir en lugar de quedarse en una vida sedentaria.
Calificación.
Le doy 6 de mis 7 vidas. Brinda muchas perspectivas al espectador, pero aún falla en darles conclusiones y un seguimiento coherente a tantas ideas.