La Carga Más Preciada

La Carga Más Preciada: Tramposa Fantasía de No Ficción

Un cuento que podría pasar en la actualidad

Es por lo menos curioso que La Carga Más Preciada (2024) comience como un relato fantástico y místico de lo que parece ser el mundo de una historia o cuento casi olvidado. Curioso porque detrás de eso hay una clara intención ya expresada verbalmente por el director y escritor Michel Hazanavicius de querer extrapolar la película al contexto de la época actual, pero que pareciera que el mismo cineasta no cayó en cuenta que involuntariamente llegó al punto contrario al que quería llegar. 

Empiezo este texto hablando no precisamente de la cinta en sí misma porque el propio director ha expresado que hay una razón política detrás de su cinta, y si algo tiene el arte ––sea una obra que te guste o no–– es que no siempre tiene una lectura independiente a todo su contexto histórico en el que se realiza.

Todo comienza presentándonos a una no tan joven pareja de aldeanos que viven en la pobreza gracias a la guerra por la que su mundo atraviesa. Tristes porque nunca pudieron formar una familia, pero a la vez agradecidos de solo tener que ocuparse de ellos mismos ––y un acompañante canino que está en los huesos.

Él, un leñador enfocado en trabajar y llegar a comer lo que su abnegada esposa prepara. Ella, ama de casa que se toma unos momentos para rezarle al dios en el que cree, representado como una locomotora que pasa regularmente muy cerca del lugar donde viven.

La Carga Más Preciada

De la fantasía a la representación de nuestra sociedad.

Después de presentarnos este mundo de cuento, la película deja de ser un relato fantástico para revelar que no es una historia legendaria olvidada por la humanidad. De hecho es una historia que año con año se recuerda en el mismo corazón de la industria hollywoodense, la más global de todas. La deidad locomotriz termina siendo solo una locomotora de dónde es arrojada lo que para la mujer es una señal divina: una bebé judía de unas cuantas semanas es abandonada por alguien que va dentro del tren y la mujer protagonista de inmediato la adopta como propia.

El leñador es un antisemita que ve a la bebé como la encarnación del mal mismo y como la desgracia culpable de la guerra. Su esposa le hace frente y decide cuidarla y criar a la niña, aunque eso signifique que su relación termine.

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Las analogías son claras. La niña representa al pueblo judío que históricamente ha sido reprimido y asesinado, la madre adoptiva representa la humanidad que nos da la capacidad de bondad, y el padre es el miedo y el prejuicio que nos separa de los demas. Según las palabras de Hazanavicius en una entrevista que realizó en la presentación de su película en Israel, la cinta es una respuesta al antisemitismo de la actualidad, pero no se da cuenta que la niña bien puede extrapolarse al pueblo palestino el día de hoy.

La Carga Más Preciada

Del antisemitismo de la segunda guerra mundial al conflicto que vive el pueblo palestino.

La historia se mueve por muchas zonas, la gran mayoría de ellas sumamente interesantes y emotivas; hay momentos de tristeza, felicidad, frustración, miedo, ira y esperanza. Y es frustrante encontrarse con una historia que busca entender los sucesos que transcurren hoy en día en medio oriente, mismos que no son nada diferentes a lo que aconteció durante la segunda gran guerra, pero que tristemente pretende ser una suerte de blanqueamiento de los israelíes ––aunque él cuida las palabras al decir que habla de miembros de un pueblo, no de un estado––, en vez de un llamado de conciencia sobre los horrores de la guerra.

La Carga más Preciada es tramposa, pero no solamente con la audiencia, lo es también con el mismo cineasta. En su afán de querer presentar una historia donde el pueblo judío es la principal víctima, termina usando elementos tan universales que involuntariamente llega al punto contrario. Es fácil extrapolar el holocausto con lo que acontece hoy en día con el pueblo palestino en Gaza, en el mismo sentido que La Zona de Interés (2023) lo fue hace un par de años. Son historias que nos invitan a abrir los ojos sobre los horrores de la guerra, para identificarnos con el conflicto bélico que sucede ahora mismo en Medio Oriente.

Lo que no se le puede reclamar al cineasta es su talento como director y narrador. La cinta es increíble por sí misma en varios niveles. Desde un guión cuidadosamente escrito ––adaptación de la novela de Jean-Claude Grumberg que también funge como guionista––, los personajes  y el cuidado con el que los definen; hasta una animación que poco tiene que envidiar de producciones mucho más reconocidas.  Tal vez por todo esto es que la película termina siendo tramposa para el mismo director.

Una obra destacable a nivel artístico, pero decepcionante en el político. Difícil de recomendar y aún más difícil de analizar si no se considera lo dicho por el cineasta en yuxtaposición con los sucesos que están ocurriendo ahora mismo en el mundo. Creo que al final dependerá de la interpretación que cada quien otorgue, que depende mucho de nuestra percepción sobre lo que sabemos, no sabemos y entendemos sobre el holocausto, Palestina e Israel. Una película que involuntariamente le da la razón a todos aquellos que señalan la tragedia en Gaza, porque es obvio que hay una tragedia en Gaza.

5 de 7 vidas de gato a esta película que ha llegado a salas mexicanas gracias a Corazón Films. Disponible en Cine Tonalá.

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