Gol Gana: una historia inspiradora mal ejecutada

Gol Gana es dirigida por Taika Waititi, este largometraje es una comedia que aborda la historia del peor equipo de fútbol soccer: el equipo de Samoa Americana, quienes, en su última eliminatoria para una competencia internacional, sufren una derrota aplastante de 31 goles a cero frente a Australia.

La federación de fútbol, desesperada por una solución, decide contratar al mejor entrenador disponible. Sin embargo, al tratarse de un territorio insular de los Estados Unidos, más pequeño que Puerto Rico, la falta de personal profesional en la isla lleva a la contratación de un nuevo coach: El coach Thomas Rongen, interpretado por Michael Fassbender. Él es un hombre roto, solitario y sumido en la depresión; de manera inesperada, es enviado por la federación de fútbol estadounidense para liderarlos. Enfrentando la resistencia de un equipo desconfiado y desmotivado, su principal objetivo se reduce a lograr que anoten al menos un gol durante la etapa eliminatoria. Es así cómo se desencadena la trama de esta historia.

La película muestra el trayecto del coach al interactuar y conocer las costumbres y a la gente del lugar. Desde el inicio, se hace una mención a la no intención de convertirse en una narrativa típica del salvador blanco que transforma la vida de los demás, más bien, busca presentar una historia en la que la isla misma rescata a este hombre de sus propias y múltiples dificultades. Sin embargo, la actuación de Michael Fassbender, aunque presente, da la sensación de ser alguien que realmente está apoyando el proyecto más que entregarse por completo a su interpretación, y se percibe que la película fue realizada con un presupuesto modesto, posiblemente financiada por comisiones de filmación o inversionistas privados en Nueva Zelanda, país de origen tanto de Taika Waititi como de Andy Serkis, este último siendo el productor.

Gol Gana alberga elementos típicos de las obras de Waititi: momentos conmovedores que se entremezclan con un humor negro, a veces crudo, arrancando risas espontáneas en el público. No obstante, si se espera una película inspiradora sobre la superación de la depresión y la contribución al progreso personal, esta no es la película que satisfaga tal expectativa. A los personajes, la película tiende a catalogarlos como tontos debido a sus decisiones absurdas. De todos, el único personaje que logra cierta profundidad es un jugador transgénero, históricamente el primer jugador transgénero que participó en una competencia internacional. Sin embargo, se perciben momentos en los que el guión parece forzar una situación romántica entre este personaje y Michael Fassbender, para luego derivar hacia una relación más paternal.

A pesar de estas complejidades, la película tiene sus aciertos, especialmente en los momentos de comedia, logrando que algunos personajes enternecedores conecten con la audiencia.

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La dirección fotográfica carece de elementos innovadores, y el diseño artístico se mantiene en líneas sencillas; falta más de la personalidad característica de los proyectos de Waititi. La película se siente como un proyecto que podría haberse realizado con menos de un millón de dólares.
Además, uno de los aspectos que podría haberse mejorado radica en la elección de actores. Aunque la mayoría son neozelandeses, se echa en falta la representación de actores samoanos. Esto resulta llamativo, especialmente al contrastar los rasgos físicos, donde la diferencia entre los maoríes y samoanos es notable. Esto podría haberse mejorado eligiendo actores locales, aumentando así la autenticidad y representación en la pantalla.

En resumen, Waititi, ha sido conocido por su talento en proyectos anteriores, no es ajeno a los desafíos. Si bien ha demostrado su capacidad en varias ocasiones, también ha enfrentado tropiezos en algunos de sus trabajos. En esta ocasión, Gol Gana cuenta con una dosis importante de corazón y sinceridad. Sin embargo, muestra un marcado aire de bajo presupuesto, adoptando más la apariencia de una historia que el director anhelaba contar. Una crítica en su contra recae en la falta de la identidad característica que Waititi suele imprimir en sus películas. A pesar de esto, logra ser una propuesta deportiva agradable de visualizar.

No recomendaría ver esta película en el cine, sino más bien esperar a su lanzamiento en plataformas. Ya se estrenó en su país de origen y en los Estados Unidos el mes pasado, su llegada a las salas está prevista hasta el 28 de diciembre. En general, podría ser una opción adecuada para un domingo aburrido.

Calificación: 5 de 7 vidas. Disponible en Cinépolis y Cinemex.