El 16 de julio de 1945 se llevó a cabo la prueba Trinity en Nuevo México,donde se realizó la explosión de la primera bomba atómica. Un mes después, se lanzaron dos más en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Todos los acontecimientos ocurridos antes y durante estas fechas son la trama principal de Oppenheimer, donde Cilian Murphy, a quién vimos en 2010 en Inception, ahora interpreta al físico teórico Julius Robert Oppenheimer.
Basada en el libro Prometeo americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer escrito por Kai Bird y Martin J. Sherwin, la cinta fue escrita y dirigida por Christopher Nolan y filmada en cámara IMAX. Es descrita como una propuesta que va a llevar a las audiencias en la paradoja del hombre enigmático que debe arriesgarse a destruir el mundo para salvarlo.
¿El evento cinematográfico de este año?
A lo largo de sus 3 horas de duración, Oppenheimer nos retrata los inicios de Robert, como fue su interés por la física teórica, así como sus años de investigación de la bomba atómica en Los Alamos, un centro de investigación ubicado en Nuevo México y donde se hizó la prueba Trinity hace 78 años. Christopher Nolan nos entrega a un gran elenco que incluye a Emily Blunt como Katherine Oppenheimer, Matt Damon como Leslie Groves, alto cargo al mando del proyecto Manhattan, Robert Downey Jr. como Lewis Strauss, miembro de la Comisión de Energía Atómica (por sus siglas en inglés AEC), entre otros.
Todo este cast se complementa con grandes escenarios y excelentes efectos de sonido mezclados a la perfección con efectos visuales que logran una experiencia única e inimaginable, con situaciones que generan emociones como asombro, suspenso e inclusive tensión, por lo que es muy recomendable verla en una sala IMAX.
Sin embargo, Oppenheimer no logra ser ese evento cinematográfico del cuál los adelantos e imágenes nos anunciaron a lo largo del año pasado, y esto es debido a su estructura narrativa. Durante la primera hora y al igual que sucedió con Inception, Nolan nos entrega demasiado contexto contada de una forma demasiado apresurada, a tal grado que tienes que poner no solo atención a lo que hacen los personajes, sino también lo que dicen, debido a esto, si te llegas a distraer por un segundo, es posible que te pierdas de un momento clave durante la trama. Al pasar la hora, la narrativa se relaja poco a poco y nos logra entregar algunos giros de trama, pero no quita que a la película le sobró entre media hora a una hora de duración.
Aunado a ello, tenemos al elenco secundario que llega a ser desperdiciado, y por una parte es comprensible, ya que algunos de ellos aparecen en una o dos escenas y no tienen el mismo peso que el protagonista. Sin embargo, también hay personajes como el de Emily Blunt, quien debería tener tanta importancia en pantalla como Cilian, y no solo llega a suceder lo contrario, sino que también no hay química entre ambos, tal como llegó a pasar en Un lugar en silencio I y II.
Durante el acto final de la cinta, logras entender la importancia tanto de Oppenheimer, así como de Strauss y cómo sus historias se conectan de una u otra manera; por desgracia tienen que pasar 2 horas para que captes lo sucedido.
En conclusión, Oppenheimer es una propuesta impresionante tanto de forma visual, como sonora; sin embargo, está lejos de ser el evento cinematográfico de este año debido a su guion mal estructurado y dirección de personajes. Aún así logra ser mejor que el anterior proyecto de Nolan, Tenet.
Calificación: 4.5 de 7 vidas. Disponible en Cinépolis y Cinemex.