Estoy casi seguro de que ya conoces al director David Cronenberg, quien es conocido por cintas como The Fly (1986), eXistenZ (1999), Videodrome (1983), Spider (2002) y recientemente, Crimes of the future (2022). Además de que uno de los grandes elementos que caracterizan a su cine es el uso del body horror, aunque en esta ocasión no estamos para hablar de un proyecto hecho por él, sino por su hijo, Brandon Cronenberg. Tras dos películas hasta el momento (Antiviral y Possessor), Brandon regresa a los cines con Muerte Infinita (Infinity Pool), protagonizada por Alexander Skarsgård y Mia Goth.
Sinopsis
Mientras se hospedan en un resort, James (Skarsgård) y Em (Cleopatra Coleman) disfrutan de unas vacaciones perfectas en playas vírgenes. Pero guiados por la seductora y misteriosa Gabi (Goth), se aventuran fuera de los terrenos del resort y se encuentran en una cultura llena de violencia, hedonismo y horror indescriptible.
Un trágico accidente los deja frente a una política de tolerancia cero con el crimen: o te ejecutarán o, si eres lo suficientemente rico como para permitírtelo, puedes verte morir en su lugar.
Un director que encuentra su estilo
En Antiviral, Brandon Cronenberg nos presenta un mundo donde la gente paga por tener la misma enfermedad que su celebridad favorita, mientras que en Possessor, los asesinos pueden controlar cuerpos ajenos a distancia y por corto tiempo para cumplir sus misiones sin que lleguen a ser inculpados.
En Muerte Infinita, el director sube la apuesta al mostrarnos un ficticio país costero, donde la delincuencia está a la orden del día y por eso los turistas que se hospedan en el resort Pa Qlqa tienen prohibido salir de sus instalaciones para evitar dichos peligros.
Uno de los elementos que demuestran su mejora en el guion por parte de Brandon es que éste logra darnos una presentación sencilla y rápida de personajes sin que se sienta forzada, además de que nos entrega tomas impresionantes mezcladas con una banda sonora que te dejan con la sensación de que algo podrá pasar en cualquier momento.
Mientras avanza la historia, Alexander y Mia se roban la pantalla con excelentes actuaciones en una química un tanto extraña y hasta bizarra entre sus personajes, donde James encontrará en el hecho de verse morir un límite, y al llegar al clímax, veremos si decide traspasarlo o no.
Otro gran elemento que hemos visto en sus anteriores proyectos es el uso de de los efectos visuales, los cuáles se usaron para demostrar cómo es que la protagonista de Possessor “cambiaba” de cuerpo con la finalidad de cumplir sus misiones. Y en Muerte Infinita es donde vemos que deja la vara muy alta, ya que utiliza dichos efectos para demostrar pasión, libertinaje y hasta una locura extrema, no apto para personas sensibles.
En conclusión, Muerte Infinita es la cinta donde Brandon Cronenberg encuentra su estilo con tomas que logran atrapar la atención del espectador y con una historia bien equilibrada que nos deja con un final abierto y donde veremos hasta qué punto puede llegar la maldad humana. Es muy apresurado, pero estaríamos hablando de una de las mejores cintas del 2023 dentro de su género.
Calificación: 7 de 7 vidas.