En 1974 se estrenó Blazing Saddles, una comedia dirigida por el legendario Mel Brooks, quien además participó dentro del elenco. En esta cinta, el gobernador Lepetomane y su ayudante Hedley Lamarr quieren que los habitantes de Rock Ridge abandonen sus casas para así poder vender los terrenos a una compañía de ferrocarril. Casi 50 años después, llega a los cines El perro samurai: La leyenda de Kakamucho, una adaptación libre de Blazing Saddles, donde Brooks presta su voz a uno de los personajes en la versión en inglés.
En esta aventura animada conoceremos a Hank, un perro con mala suerte que llega a un pueblo lleno de gatos, quienes necesitan de un héroe que los defienda de un despiadado villano que quiere borrar a su aldea, Kakamucho, del mapa. Con la ayuda de un maestro que no quiere entrenarlo, nuestro protagonista debe asumir el papel del samurái del pueblo y unirse a los aldeanos para salvar el día.
Una divertida propuesta
Esta aventura fue dirigida por tres animadores: Rob Minkoff (Peabody & Sherman, 2014), Chris Bailey (Hercules, 1997) y Mark Koetsier (Kung Fu Panda, 2008) y cabe destacar que Mel Brooks no solo funge como productor, sino también como escritor junto a 6 personas más. Este equipo nos entrega una divertida película, donde se nos muestra un interesante camino del héroe, con un Hank que aprenderá su lección a cualquier precio. La relación que lleva con Jimbo es un gran ejemplo de lo que muchas cintas similares en la actualidad ya no hacen: una química que llega a ser vacía en un inicio, con el maestro negándose a entrenar al protagonista, para después acceder a regañadientes. Todo para que al final de la historia, ambos aprendan una valiosa lección y lleguen a trabajar en equipo después de un entrenamiento a medias que fue realizado adrede, y si quieren saber a qué me refiero, los invito a ver la película en su cine favorito.
Hank obtiene un gran desarrollo sin llegar a opacar al resto de los personajes en una narrativa donde al principio conoceremos a un perro con ansías de ser un samurái, y cómo las cosas llegan a salir mal debido a que la fama se le sube a la cabeza durante el proceso.
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El perro samurai también cuenta con ingeniosos recursos que no afectan el ritmo de la trama donde conoceremos el pasado de los personajes principales. Además de que éstas se llegan a complementar con una ruptura de la cuarta pared, y es aquí donde entra el personaje más divertido de toda la cinta: Ika Chu. No solo con él se explota este recurso, sino que también se roba todos los momentos en pantalla, así como los diálogos en su doblaje, que incluyen una gran cantidad de modismos, los cuáles se equilibran con un buen trabajo por parte del comediante Faisy. Cabe destacar que de parte de los héroes, Gerardo Vásquez (primera voz en español de Nick Fury en el MCU) interpreta a Jimbo con la misma calidad que el villano en cuestión de diálogos, y por otra parte, tenemos al influencer Juanpa Zurita como Hank, quien hace un trabajo que no está nada mal para ser su primer doblaje, pero pudo ser mejor.
En conclusión, El perro samurai es una divertida aventura apta para los más pequeños, donde se aprende a no juzgar a los demás por ser diferente, con buenas dosis de comedia que harán que más de un espectador suelte la carcajada. No se la pierdan en su cine favorito este 11 de agosto.
Calificación: 5 de 7 vidas. No se la pierdan en Cinépolis o Cinemex.