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El relato del hijo de Stephen King, Joe Hill, ha cruzado del libro a la pantalla con una interesante propuesta dirigida por Scott Derrickson y protagonizada por Ethan Hawke; en la que se cuenta la historia de Finney Shaw, un niño de 13 años que desde su perspectiva se observa el terror que se vive en una comunidad por la constante desaparición de niños que son raptados. Hasta que Finney es secuestrado y encerrado en un sótano donde solo hay un colchón y un teléfono negro pegado a la pared desconectado, pero que de una forma muy misteriosa, suena.
Cabe destacar que, aunque el personaje al que más se hace mención en la publicidad del film es Ethan Hawke, quién se presenta como un homicida totalmente desquiciado; también cuenta con grandes actuaciones de talentos jóvenes como lo son Mason Thames y Madeleine McGraw, actores que dan vida a dos hermanos abusados por su padre, y que logran crear empatía con el espectador, observando su modo de vivir, como vencen sus miedos y maduran.
En cuanto al género, si bien es de terror y suspense, se destacan características de un drama familiar con toques religiosos e incluso algunos toques cómicos que ayudan al ritmo de la historia para dar un pequeño alivio a las escenas de tensión.
Asimismo, la estética y los homenajes son importantes para la película, ya que en un principio nos transportan a una pequeña comunidad ochentera que siempre se encuentra con un clima nublado; esto reluce a tal punto en el que ya no se sabe si el film es así por conveniencia o sufre de los estereotipos del género de terror.
Sumado a esto, este largometraje también tiene referencias a cintas por ejemplo, la mención de La masacre de Texas por uno de los personajes o el uso de globos negros para el rapto de cada niño aludiendo a It. E incluso, podría decirse que hay algunos toques ochenteros o características de audiovisuales como La Habitación y Stranger Things. Por ende, este film podría definirse como un reciclaje del cine de terror combinado con una trama relacionada a asesinos seriales.
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El Teléfono Negro es una película entretenida que, quizá no ofrece alguna aportación nueva al género de terror. Por lo que, aunque no es el mejor film en lo que va del año, logra que te involucres y empatices con los personajes (tanto como por el personaje principal como por los niños secuestrados que le anteceden); mientras que, al mismo tiempo forma esa ansiedad y curiosidad por saber quién es “El Raptor”.
Podríamos decir que estamos frente a una excelente propuesta que permanece dentro del ranking de películas que podrás ver este verano.
Calificación 6.3 de 7 vidas. No se la pierdan en Cinemex o Cinépolis.
