El milagro del Padre Stu, un mensaje a medias

El cine religioso es uno de los géneros más vistos tanto por la comunidad norteamericana, así como latinoamericana, un ejemplo es México, donde la mayor parte de la población es católica/cristiana. Este 19 de mayo llega a cines El milagro del Padre Stu, una cinta donde veremos la vida de Stuart Long, un boxeador que decide convertirse en sacerdote. A lo largo de la trama veremos los obstáculos que se interponen en su camino para lograr este sueño. 

Una cinta con un gran mensaje

Cabe destacar desde un inicio que El milagro del Padre Stu es una cinta que nos quiere enseñar a nunca rendirnos, sin importar que tan grande es el obstáculo. Mark Walhberg logra darle un gran carisma a Stuart, siendo éste una persona que ve la vida de una manera muy cómica para seguir adelante sin importar lo que suceda. Por desgracia, esto es lo único que logra sostener la película. 

Y es que la trama brinca de escena a escena sin llegar a darnos un desarrollo estable, es decir, no se profundiza en las etapas de la vida de Stu, ya sea en su época de boxeador, o donde decide dedicarse a la actuación. Esto nos deja con un guion desequilibrado, donde muchas situaciones son sacadas de la manga (Deus ex machina) independientemente del hecho de que haya una intervención religiosa de por medio. También tenemos un elenco secundario que no tiene ni pies ni cabeza, y esto es debido a que no interactúan lo suficiente con el protagonista, cuando se supone son personas que intervienen de forma directa o indirecta en su vida. 

Dos de los ejemplos más notorios son con Teresa Ruiz como Carmen, quien pasa a ser el “interés amoroso” de Stu, y por otra parte Mel Gibson como Bill, padre del protagonista. Aquí se demuestra que falla demasiado la dirección, ya que ambos personajes van sin rumbo a lo largo de esta cinta. 

En conclusión, El milagro del Padre Stu es una película que quiere darnos una lección muy valiosa como lo es el jamás rendirse, sin embargo, éste se da a medias por la forma en que se maneja a lo largo de la trama. Esta propuesta significa un tropiezo para su directora y escritora, Rosalind Ross, quien debuta con esta cinta. Eso sí, si eres muy religioso, esta cinta es para ti, de lo contrario, vas a fruncir el ceño al final de la cinta como yo. 

Calificación: 3 de 7 vidas. Pueden verla en Cinépolis o Cinemex.