Por Aranza Pérez Vilchis Rentería.
Hace dos años se estrenó “Escape Room”, la cuál ofrecía una premisa sobre un grupo de desconocidos que es reunido para resolver una serie de minuciosos acertijos en una variedad de extravagantes cuartos, en la que cada pista significa un minuto más de vida. Con un presupuesto de solo 9 millones y recaudando 155 millones a nivel mundial, su secuela tuvo luz verde. Apenas con su reciente estreno en Latinoamérica, “Escape Room: Reto mortal” ya tiene recaudado más de 26 millones internacionalmente, y por si no fuera bastante obvio, estamos ante el inicio de una franquicia.
Adam Robitel regresa como director, pero no sin algunos cambios en su equipo creativo previo. Al no contar con Bragi Schut para esta película, la historia quedó a cargo de Christine Lavaf , quien ha trabajado en la serie Fringe y participó en la reciente adaptación de la serie “Invincible (2021)” de Amazon. Y Fritz Böhm, quien ha trabajado como director, productor y guionista, siendo “The Wildling (2018)” uno de sus trabajos más reconocidos. Otro detalle a destacar es que al grupo de guionistas se les unieron tres escritores más, siendo uno de ellos Oren Uziel, responsable de estructurar la historia de la reciente “Mortal Kombat (2021)” y guionista de “The Cloverfield Paradox (2018)”.
Sinopsis:
Con el deseo de hacer pagar a los responsables de tan traumática experiencia, Zoey junto a Ben planean llegar a las raíces de la corporación Minos y exponer sus crímenes ante la sociedad. Sin embargo, Minos se encuentra dos pasos más adelante que ellos, y una vez más son arrastrados al juego, solo que esta vez competirán con sus iguales. Supervivientes de juegos anteriores.
Análisis:
“Escape Room: Reto mortal” no es una gran promesa en cuanto a su premisa, sin embargo, en su ejecución tiene algunos aciertos que podrían o no beneficiar su futuro como franquicia, y aunque eso no es suficiente para volverla una buena película, sí en una secuela aceptable. Su ritmo, ahora mucho más dinámico, podría considerarse un énfasis de las pruebas a contrarreloj. Escalando de forma gradual hasta alcanzar un tono agobiante.
No es algo novedoso pero es efectivo para inducir ansiedad reajustando su ritmo entre habitación y habitación, así evitando el abrume del público. Su banda sonora y fotografía le hacen buena compañía, pues ayudan a nutrir el suspense. La incertidumbre es una parte vital de su tensión, por lo que se agradece que al ocurrir alguna muerte pase a ser algo más implícito y se deje a la imaginación.
De esa forma no se ve obstruido el terror psicológico, ya que en otras franquicias al momento de ser renovadas dependen del morbo que provocan las muertes de sus personajes y se vuelven parte de su identidad. En el caso de “Escape Room: Reto mortal”, la producción se esmero en el diseño de sus nuevos escenarios con la esperanza de que con el tiempo ese sea el elemento que les otorgué su identidad definitiva.
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Por otro lado, creo que se debe contrastar un poco con los sectores que no han presentado mejoría desde la última película .“Escape Room: Reto mortal” aún presenta agujeros dentro de su lógica. Sus situaciones siguen siendo muy irreales presentándonos acertijos que son literalmente cuartos enteros en donde caben millones de posibilidades, en las que una persona común no sería capaz de resolverlo con tan poco tiempo, ahí es cuando la casualidad y el oportunismo asumen su papel como Deus Ex Machina para forzar a que su trama siga avanzando.
Sin embargo, no ha recibido tanta negligencia como sus personajes. El nuevo elenco en “Escape Room: Reto mortal” se resume en carne de cañón. Nunca llegamos a preocuparnos por estos personajes porque no nos es clara su situación. más allá de los campeones más recientes, Zoey y Ben.
Conclusión:
Aceptable. Se utilizan ciertos métodos para provocar adrenalina y lo consigue. Pero para expandir a profundidad su mitología y personajes, no se siente la inversión.
Calificación: 3 de 7 vidas. No te la pierdas en Cinépolis o Cinemex.
Como dato curioso, “Escape Room: Reto mortal” cuenta con dos diferentes versiones. ¿Estabas al tanto?