“Dicen que morimos dos veces. La primera cuando dejamos de respirar, y la segunda más adelante, cuando alguien pronuncia tu nombre por última vez.”
Ramón Gener en El amor te hará inmortal.
La edad nunca perdona, y eso se demuestra al llegar a la tercera edad. Se envejece física y mentalmente. En el cine se ha abordado el tema más de una vez, tan solo este año con Relic o El Padre. Ahora desde Argentina llega Nocturna, Lado A, La noche del hombre grande.
En esta cinta, Ulises es un hombre de 90 años que vive solo y se encuentra al borde de la muerte. En su última noche experimentará un suceso que lo obligará a replantear su pasado, su presente y la realidad en la que cree vivir. Torturado por remordimientos de culpa, confundido por su demencia senil, deberá hacer un último esfuerzo por llegar a su muerte en libertad o transformarse en un alma en pena en eterno retorno.
El miedo a ser olvidado
Desde el momento que obliga a Ulises a replantearse todo en los primeros minutos de esta historia, la atmósfera se envuelve de un suspenso sobrenatural y triste. El protagonista demuestra que la edad no perdona: a lo largo de la cinta su memoria deteriorada llega a traer grandes consecuencias. Además, invita a reflexionar nuestros roles con la familia cuando consigue hacer sentir su soledad al saber que sus familiares no piensan en él.
El recurso de un solo escenario está bien implementado en su mayor parte al crear una atmósfera donde cada escena es peor que la anterior, generando un nudo en la garganta. En ocasiones también proyectan al protagonista como niño, recordando que los adultos mayores vuelven a ser niños.
Nocturna, Lado A, La noche del hombre grande es una interesante propuesta latinoamericana que refleja el peso de la edad acompañado con grandes actuaciones y momentos de suspenso.
Calificación: 6 de 7 vidas. No te lo pierdas en la Cineteca Nacional o Plataforma Cine como parte del Festival Macabro.