A casi 25 años de haber visto a Michael Jordan jugar básquetbol con los Looney Tunes, Warner decidió sacar otra cinta ahora con LeBron James como protagonista en Space Jam: una nueva era. En esta entrega, LeBron es atrapado en el Serviverso y, para salvar a su hijo, tiene que enfrentarse al Goon Squad en un partido de básquetbol con ayuda de Bugs Bunny y sus amigos.
El comercial más grande de Warner
Estamos frente a una película que es independiente a la entrega de 1996, pero con guiños a ésta. Los primeros minutos son una oda al ego del propio LeBron James, lo cual llega a ser aburrido… hasta que llega al serviverso. En ese punto el protagonista busca a su equipo, donde Warner aprovecha todas las películas que se encuentran en su dominio para hacer crossovers en compañía de los Looney Tunes. Eso llega a ser emocionante y recuerda a Ready Player One, pero en esta ocasión, es complicado poner atención a cada pequeño detalle, lo que implicaría verla más de una vez.
Por su parte, Don Cheadle como Al-G Rhythm es un villano sin carisma que tiene motivos demasiado huecos al capturar a LeBron James y su hijo. Pero sobre todo, el Goon Squad no tiene salvación. Se ven geniales en apariencia, pero no se comparan ante los Monstars de la entrega original.
Sé quién eres
A lo largo de Space Jam: una nueva era, se enseña que no importa lo que digan los demás, siempre hay que ser uno mismo. Por desgracia, el mensaje queda a medias con escenas demasiado forzadas que incluyen el tema de “la familia” una vez más, tal como hizo Black Widow de manera desastrosa.
Space Jam: una nueva era es una pésima propuesta que demuestra que puedes ser una gran estrella en la NBA, pero eso no quiere decir que puedas incursionar en el mundo de la actuación. Una cinta que llega a ser el comercial más grande por parte de Warner Bros.
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