Por Alejandro Pantoja Caltenco
Este fin de semana, Netflix ha estrenado la más reciente película protagonizada por Charlize Theron: La vieja guardia. Basada en la novela gráfica del mismo nombre creada por Greg Rucka y Leandro Fernández, nos narra la historia de un grupo de soldados de élite que han sido bendecidos (o maldecidos) con la inmortalidad. Pero después de quedar expuestos, su don será inevitablemente codiciado. Ahora, deberán luchar por mantener su secreto al mismo tiempo que descubren una nueva integrante.
¿Qué mejor que un poco de acción y adrenalina para sentarse a disfrutar? Unos intestinos por aquí y un batidero por allá. Ya ve qué raros son los gustos de uno. Aunque la cinta alcanza la cuota para ser clasificación de mayores de edad, tampoco será necesario una cubeta por si las náuseas.
La violencia no es la única cuota que paga. Logra que su espectador se mantenga entretenido durante dos horas de ver golpes y escuchar disparos. Todo esto, mientras se sazonan con una buena ración de “canciones cool para verse cool”, que en conjunto brindan una imagen igual de completa y emocionante que la de nuestra protagonista, quien ni Charlize Theron consigue salvar.
No vaya a pensar que aquí se discriminan las películas de acción. Tenemos grandes ejemplos del género como John Wick (2014), Matrix (1999) o Mad Max: Fury Road (2015), donde Theron sí se luce de manera fenomenal. Tampoco se trata de que la trama sea muy sencilla, de hecho, la simpleza llega a ser un gran acierto en varios casos. El problema radica en que tanto los personajes, sus motivaciones, como las circunstancias, se pueden sentir caricaturizadas, estereotipadas y planas. Resumiéndose en que al final, lo cool no estuvo tan cool.
Pero es precisamente por todo lo anterior que, como se decía más arriba, realmente resulta algo entretenido de ver. No son de las situaciones inverosímiles que dejan boquiabierto, pero sí de las que causan risa. Un efecto similar al producido a cuando se ven películas como Sharknado (2013), aunque a diferencia de este ejemplo, en este caso fue sin intención, lo que tal vez lo haga incluso más divertido.
La película probablemente le haga honor a su nombre juntando una vieja guardia de elementos, momentos y personajes recurrentes en el género. El final es mejor que Nick Fury en la casa de Tony Stark. Pero entre todo eso, y si uno cuenta con la ayuda del humor y ánimos correctos, puede sacar algunas risas.
Así que al final de todo, La vieja guardia se lleva consigo 2 vidas y media de siete.