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Amante fiel: Sexo, veneno y confusión

Sinopsis

La película del director y hombre mas parisino del mundo, Louise Garrel, comienza con una escena ya familiar del cine francés, una toma a un edificio de departamentos en alguna ciudad francesa, la cual nunca es mencionada pero a fuerza de cinefilia conocemos todos. En el corte “B” estamos dentro de un departamento típicamente parisino, entonces entra en escena Abel, nuestro protagonista interpretado por el mismo Garrel, mientras él se esta vistiendo aparece Laetita Casta en el papel de Marianne (modelo, actriz y directora) nos regala el segundo cliché francés apareciendo en calzones a medio pasillo para darle la feliz noticia de su embarazo a Abel, pero el hijo que espera es de su amigo Paul. Nos damos cuenta que la relación entre Paul, Marianne y Abel es un trío amoroso consensual donde todo era diversión y amistad hasta que a alguien le fallo el ritmo, lo cual provoca la partida de Abel, quien regresa a la pantalla y a la vida de Marianne 9 años después al funeral de Paul.

A partir de este punto la vida de Abel y Marianne se transforma en… ¿Un noviazgo normal? Abel se muda con Marianne tan rápido como muere Paul, ahí conoce a Joseph, hijo de Marianne y niño mas maduro del planeta, quien aparentemente quiere echar a Abel de sus vidas o salvarlo de una muerte por envenenamiento (es en serio). Mientras todo marchaba como un romance muy normal entre envenenamientos, entra Eve, la hermana de Paul, quien se nos revela como una Stalker.

Una más del cine francés

Si bien la película entra con una nota fuerte en los diálogos, fotografía des-saturada y dramática, y actuaciones breves pero encendidas; el despegue se siente lento pues en general el desarrollo de los personajes se siente incompleto, salvo por algunas menciones del pasado no hay mucho contexto para la relación mas interesante y principal de la película (Paul Abel y Marianne) lo cual me hace sentir un leve hueco en la importancia de su amistad, para los otros actores del reparto parece que no hubo cabida al buen desarrollo, como que a esos los cocinaron rapidín y sin mucho carácter. A momentos se siente como verdaderos integrantes del drama o comedia, como si en cualquier momento fueran a jugar un papel muy intenso pero… Como una canción que terminan en fade out y dejan caer todo el peso de la trama en Abel Y Marianne.

El film no alcanza a definir un sabor, no tiene muchas escenas cómicas, causticas o líneas dramáticas, la intención pinta para un dramón romántico y en algún punto da para un poco de suspenso y crimen, pero todo se queda en el tintero del “pudo ser”. Uno se va de la sala sin saber qué es lo que vio: un drama? un melodrama? una película costumbrista o romántica?; Se elaboran al menos tres conflictos interesantes en la trama, conflictos y misterios que naturalmente no llegan a ninguna conclusión. Dejándonos esta sensación irritante del cine posmo que nos dice “se libre, interpreta lo que quieras” y no sé si es intencional o solo un guion con un poco de mala actitud.

Esto deja como único gran factor de interés las actuaciones. Las cuales a mi parecer son muy solidas. Se siente que Garrel esta en el set y no en una silla detrás de un cafecito y una boina, los personajes con todo y todo logran atraparte, no por su desarrollo y congruencia, mas bien por las miradas, el afecto, obsesión y recelo que logran transmitir, es una de esas películas de ojos, donde el director opta por primerísimas tomas, maximizando la comunicación entre los espectadores y el personaje. Todo en la fotografía es justo y necesario, menos ese lapso como a 40 minutos de film donde la Handycam cae en manos de algún percusionista cubano y la imagen se mueve y tiembla exageradamente, incluso llega a marear, pero el mal trago pasa después de 10 minutos y regresamos a esas tomas tomas en mano que se sienten ligeras, sensibes y pastelosas, con transiciones solapadas y lentas. Por la banda sonora no puedo decir mucho, no es de esas que intensifican todo, como las de Morricone, nunca sentí que la música me tocara realmente, es de esas bandas que simplemente te acompañan en el viaje y te dejan en diferentes paradas para ser recogido por la siguiente pista.

Conclusión

Como conclusión, puedo decir que casi omití nuestros otros dos actores y co-estrellas del reparto, Eve y Joseph, porque simplemente la trama les pasa por encima. Aunque ambos en su momento plantean posibilidades que van desde la comedia negra hasta el drama, el guion finalmente se centra en hacer un intento de comedia lánguida que lejos de hacer reír y sonreír solo nos trae cuestionamientos respecto a la forma de entender el amor, la amistad y la obsesión.

Si bien esta película es solida y se agradece que no caiga en el churro existencialista creo que le falta amarrar algo pues estos personajes nunca rieron con alegría, lloraron con dolor o se lamentaron con angustia, al final solo vimos mayormente un grupo de personas maduras (incluso el niño es maduro) tratando de ser felices de la forma menos conflictiva posible, con un final algo simplón y eso si, la amistad y la comprensión por delante de todo. Esta película te hará… Comer tus palomitas, yo le doy 4 vidas de 7.

Por: Daniel Lee.

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