Muchos en algún momento hemos querido alcanzar nuestros sueños, y sabemos que esto es muy difícil, pero no imposible. Siempre encontrarás obstáculos en tu camino, pero debes imponerte y enfocarte en lo que quieres.
Violet es una chica que tiene ese mismo sueño que algunos tienen: ser una cantante famosa. De repente, a su pueblo llega Teen Spirit, un reality que reúne a los jóvenes con voces talentosas y ofrecerles una oportunidad; pero no será nada fácil.
El camino hacia el éxito
Hay demasiadas cintas que manejan el tema de alcanzar tus metas, de maneras distintas como hemos visto en Vox Lux, dónde el protagonismo lo tienen los problemas; o Rocketman, donde vemos una vida llena de excesos. Luego tenemos ésta película.
Elle Fanning es la encarnación del profesionalismo y ascenso. Es una actriz que ha aprendido a adquirir nuevas habilidades y experiencia para ser versátil en su personajes. En mi opinión, su punto más alto hasta el momento es con The Neon Demon (2016), donde nos demostró que no se detiene en su camino a convertirse en una gran artista. En Teen Spirit, mientras avanza la trama, cada canción es mejor que la anterior y prueba que puede ponerse en los zapatos de una chica inexperta que comienza a dominar esas áreas que le faltan. Logra destacar en su actuación, pues Violet inicia con la personalidad o aptitudes de un personaje secundario y poco a poco va ganando la confianza que deben tener los protagonistas así como el favor del espectador.
Del reparto secundario sólo le dan importancia a su mentor, Vlad (Zlatko Buric) quien le transmite todo su conocimiento a Violet, en cuanto al tema de cantar se trata.
La narrativa es sencilla con momentos humorísticos y banda sonora sin llegar a molestar al público; además de situaciones dramaticas que se presentan como obstáculos en su camino al éxito.
La única falla
Y no afecta para nada la secuencia de la cinta, es que te dejan una subtrama que poco aporta, con una solución un tanto seca y que en lo personal esperaba se diera profundidad.
En resolución
Escrita y dirigida por Max Minghella, además de ser su primera película, aquí tenemos una película que sin pretender ser una joya, lo logra ser, por eso le doy 6 de mi 7 vidas y bailando. No se pierdan Teen Spirit el 2 de agosto en su cine favorito.