El siete representa la perfección de la
creación.
Bajo la dirección
de Doron y Yoav Paz (Jeruzalem, 2015) Golem nos presenta la historia de Hanna,
una mujer que siete años atrás perdió a su hijo y que decide invocar a una
extraña criatura para proteger a su pueblo del ataque de unos extranjeros; pero
mientras logra su cometido, pierde el control y afecta no solo a su familia,
sino a sus vecinos y amigos.
Una buena cinta de brujería
Al situarse en
Lituania en el año 1673 te muestra la decadencia por la que pasaban los pueblo judíos
azotados por epidemias y logra su objetivo de mantener al espectador atento
sobre lo que ocurrirá en la siguiente escena. Las actuaciones son buenas y
destaca la de Hanna (Hani Fuerstenberg) que logra sobresalir en un lugar donde
las mujeres no tienen permitido nada más que ser dadoras de vida. La mezcla de
suspenso y slasher es buena con escenas geniales que muestran el poder de esta
antigua criatura; pero además de que te dejan ver el poder de lo que es capaz
de hacer Hanna al controlarlo, situación que difícilmente se logra. Al ser una
premisa sencilla, se logra ampliar sin verse forzado, con escenas que van desde
la venganza hasta el terror en sí.
De nuevo la narrativa
Últimamente ocurre que muchas cintas (sin importar el género) fallan en la narrativa, y este es otro caso, pero a medias; en los primeros minutos te dan por hecho de que conoces la historia, pero te dejan en un hilo de dudas sobre quienes son nuestros personajes y cuáles son sus motivaciones; sin embargo, mientras avanza la cinta, te dan explicación por cachitos de que es lo que estamos viendo y es bueno, pero eso nos indica que las primeras escenas son innecesarias.
Conclusión
Golem es una cinta interesante que logra atrapar al espectador mientras avancé la trama, aun con las fallas que ya mencioné; aun así, recuerden que la última palabra la tienen ustedes. No se la pierdan este 26 de julio en su cine; yo le doy 5 de mis 7 vidas, ¿y ustedes?