fbpx

Anabelle viene a casa: la misma gata, pero revolcada.

Por Diana Gabriela.

Filme que se exhibe en memoria de Lorraine Warren, que falleció este año a la edad de 92 años.

La franquicia que inició desde El conjuro, nos trae una nueva cinta de la muñeca poseída favorita.

La película nos muestra una nueva trama que aborda en este caso, la experiencia de Judy, la hija del matrimonio Warren. Historia que te dejará atento a la pantalla por todos los sucesos que expone; con la casa y los objetos que poseen los Warren como principal escenario, pero que dejan en segundo plano sin importarles en dar un poco más de explicación a cada ente que nos presentan, con una película que ofrece el mismo final cliché que sus antecesoras.

Hay huecos argumentales que pasan de largo sin darle una razón a los hechos, que de hecho, se repite a lo largo de la cinta, con el clímax, la historia de los objetos salvaguardados de los Warren y el cierre de la misma.

Sin nada nuevo que ver, Anabelle sigue siendo repetitivo en cuanto falta de creatividad que maneja la trilogía, con historias con poca explicación, eventos subrealistas que de haber tenido otra perspectiva y mayor transfondo esta tercera entrega sería un sabor distinto a lo que hemos visto.

Le doy un 4 de 7 vidas por la forma tan predecible en la que se soluciona todo, sin darle mayor sentido de preocupación o en este caso ser una simple anécdota.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error

¿Te gustó esta nota? Comparte

Instagram