Por Astoreth.
El director Tate Tylor nos muestra la vida de una mujer que sufrió bullying escolar y nunca pudo recuperarse de los traumas ocasionados. Cuando ve a un grupo de jóvenes que intentan comprar bebidas alcohólicas, también observa la oportunidad de reparar su pasado y castigar a los “responsables”. Cae en un cliché muy recurrente de las películas sobre adolescentes estúpidos que son el blanco de un asesino (sobrenatural o no), como en Halloween, Scream, Pesadilla en Elm Street, Viernes 13 y una muy larga lista; pero con la variante de que sí justifican el motivo de odio: los responsables principales ya crecieron y el pecado del padre, pasa a ser el pecado del hijo.
Son pocas las películas de terror y suspenso que considero buenas, ya sea por el guión o personajes. Esta película como terror es mala, cuenta con pocos elementos del género y si hablamos de suspenso, mucho peor; una característica del suspenso es que no sepas al 100% lo que estás viendo en pantalla hasta que es “muy tarde”, pero aquí no dejan nada a la imaginación e incluso te ponen flashbacks intermedios para entender las acciones del antagonista.
Si su punto fuerte de venta hubiera sido el drama escolar, con un aire un poco maduro, habría funcionado. Aborda temas que, como adolescentes, muchas veces justificamos porque “somos chavos”, “no sabíamos lo que hacíamos”, sin tener ninguna consideración o empatía por nuestros semejantes, y obviamente sin razonar las posibles consecuencias que podrían ocasionar a las víctimas. Vende más el terror, yo lo sé, pero estamos en una época en donde presenciamos el florecimiento de la creatividad para géneros que no creíamos que fueran a tener éxito, tanto en pantalla grande como en streaming. Claros ejemplos son las biopics (Rocketman, Bohemian Rapsody) y los documentales (Leaving Neverland).
Los últimos 20 minutos fueron la justificación de los tintes de terror que nos presentaron en el tráiler, pero queda corto incluso en comparación con lo ya mencionado. Las torturas eran absurdas e impulsivas, una mujer que tuvo más de 15 años para planear una posible venganza y que uno de los castigos rayara en la comedia me pareció un insulto al terror.
Me deja un mal sabor de boca, no tanto por la historia sino por su forma de venderla y el esfuerzo mediocre para sustentar la decisión. A esta cinta le doy 4 de mis 7 vidas.