Se necesitan más películas como esta en el mercado, ya que retrata la depresión de una forma más real a la que estamos acostumbrados y sobre todo con una perspectiva más rara: depresión masculina.
Vivimos en una cultura donde lo normal es que los hombres no expresan sus sentimientos, deben reprimir tristezas, decepciones y fracasos ocasionando que la depresión se siga agravando dando como consecuencia que en la tasa de suicidios, el 80% lo representan los hombres; no se alarmen, la trama de la película es muy divertida pero sin perder el respeto por esta enfermedad.
Pasemos de lleno a la trama. El primer personaje que nos presentan es a Bertrand, un hombre de familia desempleado desde hace dos años, situación que lo ha llevado a una profunda depresión y a iniciar cada mañana con un cóctel de medicamentos, para después ir a perder el tiempo acostado en el sofá sin hacer nada más que dormir y ver la pantalla de su móvil; esta rutina no le trae nada bueno y él mismo nota que continuar con estas inactividades sólo lo llevarían a un hoyo mas profundo así que en un esfuerzo y una voluntad que, saca al ver a sus hijos, decide inscribirse a un equipo de nado sincronizado masculino. Aquí conocemos otros personajes que tienen también problemas emocionales y a pesar de que el film tiene tintes de ficción todos ellos son abordados de manera respetuosa, e incluso el que tiene dificultades para manejar la ira termina por causar compasión y ternura.
Cada personaje tiene algo que aportar o reflejar de tu propia personalidad; tal vez alguno te haga llorar, quedes con un nudo en la garganta, un nom@%s atorado en la lengua, pero en definitiva uno de los personajes se volverá tu favorito. Otro punto importante y agradable de la película es que para poder ofrecer ayuda a alguien que padece esto, es vital tener equilibrio, ni muy dulce ni muy rudo, este punto de equilibrio nos lo brindan las entrenadoras, dos personajes opuestos que comparten un pasado.
La trama es hermosa y en una de las escenas fue difícil recordar que estaba en una sala de cine, quería levantarme de mi asiento y unirme a la acción en pantalla. Sin lugar a dudas llena las expectativas, todas las formas de arte deben transportarte a vivir otras vidas y “Hombres al agua” cumple este deber, haciéndote parte de la historia.
A esta cinta le doy 6 de mis 7 vidas.